La Revolución del Maquillaje.
Tanto nuestra marca como la página web es totalmente inventada exclusivamente para un trabajo de Cultura Empresarial y Emprendedora del IES Castillo de Luna (Rota,Cádiz).
Lo sentimos, aún no se ha inventado esta magnífica idea.

martes, 23 de febrero de 2016

¿Dónde y Por qué?

Dónde lo que al principio Manhattan Revolution sólo parecía ser una mera utopía, poco a poco convertimos nuestros sueños en realidad.

Nuestro desembolso inicial para adquirir la fábrica donde posteriormente el maquillaje revolucionario compuesto únicamente por materias primas naturales, y elaborado acorde a los términos legales de protección del medioambiente, fue de $2,5 millones.


En EE.UU. se cultivan materias primas farmacológicas al aire libre, sin ninguna medida de protección para la producción apícola, pero nosotros al elaborar en nuestra empresa productos de materias primas naturales, no entraríamos a ser participes de ese embrollo. Además, para evitar mayores problemas medioambientales, con dicha producción natural como la que lleva nuestra empresa, trasladaremos nuestra fábrica productora a la provincia del sudoeste chino de Guizhou. En dicho lugar, se tiene un salario mínimo de 1,030 yuanes ( US$ 164 dólares americanos) en promedio.


China es una de las grandes economías del mundo que se caracteriza por tener una industria de bajo costo laboral. En la última década China ha otorgado continuos incrementos a la masa laboral que lo llevan a un 13% global de aumento salarial, acorde a su crecimiento y al control del brote inflacionario de la economía de país asiático, por lo que actuaríamos de acuerdo con la ley.

Acorde con ello, tenemos en la ya mencionada empresa a 20 empleados trabajando con gusto, esfuerzo y plena dedicación en la creación del espectacular maquillaje de Manhattan Revolution, haciendo posible el gozo del consumidor en su rostro.

Pensar en el futuro, querer configurar y realizar lo humano, de ello son capaces todos y cada uno de los individuos. No nos desentendamos, no hagamos como si no fuéramos capaces. Nuestros rendimientos en la vida personal, profesional y como ciudadanos de un mundo moderno complejo, demuestran que podemos actuar con responsabilidad y con vista hacia el futuro, y ese es nuestro deber con respecto a la paz.








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